miércoles, mayo 07, 2008

La magia de las palabras en Salamanca

Bien explica Darwin que los animales que medran son los que mejor saben adaptarse al medio, y si la adaptación al medio exige don de lenguas, los animales medradores se harán académicos de la lengua vasca y aprenderán hasta el dialecto del valle más remoto.

Y luego está lo del furor del converso. Los más entusiastas sectarios son los últimos que ingresan en cada orden. ¡Y si encima el converso es alemán, el furor será sistemático y contumaz!